Se cumplen 105 años de la primera celebración del 8 de marzo como día internacional de la mujer trabajadora. Fue en 1910 cuando en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, la dirigente comunista alemana Clara Zetkin propuso la proclamación del 8 de marzo como día internacional de la mujer trabajadora con el fin de impulsar y promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio universal para las mujeres.
Un año después se celebraba por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza esta jornada de lucha. Al Estado español no llegó hasta 1936, siendo prohibida durante los años de la dictadura franquista.
Tras décadas de pelea por conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres, la crisis económica a nivel internacional vuelve a situar a la mujer trabajadora como víctima destacada. La violencia machista, los recortes, la ofensiva ideológica de la derecha en alianza con la Iglesia y los sectores más conservadores, son el pan nuestro de cada día en esta sociedad capitalista en decadencia.