Después de anunciar el escandaloso plan para subvencionar a las familias de rentas altas su educación elitista en centros privados, Ayuso y el Gobierno de la CAM han vuelto a la carga con un nuevo ataque en su ofensiva reaccionaria y clasista planteando el recorte de 1000 plazas de profesores para la escuela pública.

La completa destrucción de la educación Pública en Madrid no es ninguna novedad. Tras décadas de recortes y privatizaciones por parte de los Gobiernos del PP, la situación de completo colapso en la que se encuentran los institutos en nuestros barrios obreros ha alcanzado un punto crítico. Clases masificadas, falta de atención a las necesidades de refuerzo, escasez de material y de plazas para acudir a un centro público en nuestro distrito son el pan nuestro de cada día.

Mientras, han convertido a la capital en un auténtico paraíso para la patronal de la privada-concertada. Los datos hablan por sí solos. En el curso 2020-2021 no había suficientes plazas públicas en 9 de los 21 distritos de la capital. Con solo 16 centros públicos, para que los 40.000 alumnos de entre 12 y 18 años de esas zonas afectadas pudieran seguir estudiando muchos debían elegir entre ir a otro distrito para poder optar a un centro público, solicitar plaza en uno de los 33 centros concertados cercanos o matricularse en algún privado puro.

En este mismo año escolar, 17.976 jóvenes de toda la región se quedaron sin plaza en los estudios de formación profesional presencial de grado superior de su elección, y 6.938 en los de grado medio: o a la calle, o a un privado.

Ahora, con este nuevo ataque se pretende que no solo que la CAM siga siendo una plataforma que asegure la buena expansión de los negocios de la privada a costa de degradar la educación pública, sino también una fuente de la que extraer recursos para sus bolsillos.

El poco disimulo con el que estos auténticos escuderos de las grandes fortunas amparan las inversiones y ganancias de los empresarios de la privada es completamente escandaloso. Ayuso defiende este recorte de profesorado alegando que es una medida de ahorro para las arcas públicas de 40 millones de euros, y lo hace a dos días de anunciar la partida de 43,5 millones a las becas para que sufraguemos a los Cayetanos del barrio de Salamanca o Majadahonda en sus colegios de lujo. Así se pretende cuadrar el presupuesto con el que las ayudas para cursar en aulas privadas pasarán de los 64,6 millones a 127 millones, con un rescate a los negocios privados en base al desmantelamiento de los centros de nuestros barrios.

Pero esta nueva agresión a nuestro derecho a una educación pública de calidad no solo tiene un fin económico. Es parte de una guerra de clases en la que pretenden que los jóvenes que provenimos de familias trabajadoras carguemos sobre nuestros hombros con la temporalidad, la precariedad y la sobrexplotación. Para el PP y el Gobierno de la CAM solo somos mano de obra barata y para eso les sobra que tengamos acceso a la educación. La distribución de las zonas en las que recaerá el peso mayoritario del recorte de profesorado aclara sin lugar a dudas las pretensiones de Ayuso en este sentido. Según el estudio realizado por los sindicatos de profesores de la región, el área más castigada será la Dirección de Área Territorial Sur, donde la pública concentra una red más amplia, por delante de la de Centro y la de Este. Solo dos DAT permanecerán con las mismas cifras que el curso pasado: la Norte y la Oeste, donde la escolarización en la privada es mayor.

¡Tenemos que parar esta ofensiva! ¡Por una huelga general en la CAM!

Tenemos que acabar con la gestión criminal de Ayuso que es una gran amenaza para las familias trabajadoras en todos los sentidos. Pero solo mediante la movilización y la lucha podremos conseguirlo. Para revertir la situación, los discursos tienen que venir acompañados de hechos, de acción directa y movilización en las calles, y de políticas auténticamente de izquierdas que pongan en evidencia a Ayuso y sus compinches.

Como demostramos en el levantamiento popular de nuestros barrios contra el confinamiento clasista del PP en otoño de 2020, o ahora mismo los vecinos de numerosos barrios obreros con las movilizaciones contra los cierres de centros de salud, tenemos fuerza para volver a organizar un movimiento poderoso en las calles. Para doblegar a la derecha es necesario poner sobre la mesa un plan de movilizaciones ascendente.

Los sindicatos de clase y toda la izquierda madrileña debemos llamar inmediatamente a una huelga general en la CAM para echar al PP del Gobierno autonómico, poner fin a los recortes en sanidad y educación pública y llevar a cabo un plan de inversión de miles de millones de euros que permita acabar con la miseria, garantizar el derecho a techo, infraestructuras sociales y equipamientos culturales, y convertir así nuestros barrios en lugares dignos para vivir.

¡Tenemos que pasar a la ofensiva! ¡Ayuso dimisión!

¡Huelga general en Madrid ya!