El miércoles 11 de mayo los compañeros del Centro Social La Atalaya, que llevan ocho años participando en la vida política de Vallecas, luchando por el barrio y siendo un lugar de referencia para la juventud vallecana; anunciaron por redes sociales que han recibido una orden de desalojo cautelar. Esto significa que en el período de cinco días deberán abandonar el espacio.

Al día siguiente de este anuncio, La Enredadera se ha visto obligada a abandonar su espacio por la especulación inmobiliaria. Además, esta semana hemos asistido a la represión perpetrada conjuntamente por la UGT y el ayuntamiento de Almeida

El mismo ayuntamiento, sin reparos en dar dinero a ricos y aristócratas sinvergüenzas por unas mascarillas sin valor, dirige esta represión contra colectivos que tratan de aportar un espacio libre de la podredumbre que nos acostumbra la sociedad en la que vivimos. 

Mientras hay una completa inacción de las direcciones sindicales, incluso colaboración con la Administración de Almeida, la juventud se está organizando y se está movilizando en las calles para dar oposición a este tipo de políticas. Vallecas es un barrio obrero con una gran tradición de lucha. Ha sido luchando como sus vecinas y vecinos lo han logrado todo y es así como han hecho frente  al abandono que padecen por parte de la administración de Madrid.  

La ocupación de estos espacios responde a una necesidad de tener lugares donde organizarse y tener acceso a formas de ocio distintas de las que nos ofrece el sistema. La existencia de estos espacios no acaba con los problemas y carencias del barrio pero sí supone en ocasiones una solución inmediata para muchas  familias. Mientras  ayuntamientos, como el de Madrid, colaboran en el desalojo de familias promovidos por los fondos buitres y los bancos, la juventud trata de organizarse para dar un alivio a miles de familias que cada semana son desahuciadas. Si mañana mismo el gobierno, autodenominado “más progresista de la historia”, expropiara bajo control obrero toda la banca y a los fondos buitres utilizando todos los medios disponibles para ayudar a las familias obreras ¿Sería necesaria la ocupación? La respuesta es evidente.

La inacción del gobierno de UP-PSOE ante los desahucios obliga a la juventud y a la clase obrera a ocupar edificios en propiedad de las grandes empresas y la banca. Todas estas presiones provenientes de los grandes propietarios es lo q está detrás del aumento de la represión a este tipo de movimientos y a la juventud. Se repite de nuevo la jugada que ya hemos visto en infinidad de ocasiones: los mismos intentos de criminalización que sufrió la juventud vallecana cuando intentó parar a Vox durante las elecciones autonómicas, la represión contra las movilizaciones pidiendo la liberación de Pablo Hasel o contra el intento de ilegalización de Izquierda Castellana.

No es la primera vez que tratan de desalojar a los compañeros del Centro Social La Atalaya. Los intentos previos de desalojo se consiguieron evitar mediante la lucha vecinal. Los jóvenes del Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria entendemos que los sucesos de estas semanas es un ataque claro del ayuntamiento de Madrid contra los hijos de los trabajadores que no puede quedar sin respuesta. 

¡No más desalojos ni represión contra la juventud que lucha!