Los trabajadores del Metal de la provincia de Pontevedra están dando un ejemplo maravilloso de cómo se conquistan los derechos y un futuro digno que millones de familias trabajadoras y de jóvenes a lo largo y ancho del Estado queremos para todos y todas. Pelean por un convenio digno, y no se trata de uno cualquiera: hablamos del que afecta a más gente en todo Galicia, 33.000 trabajadores de 3.700 empresas. La importancia de cómo acabe esta lucha nos afecta a todos y todas no sólo a los directamente implicados. Nuestras condiciones de vida se deciden en conflictos como este que marcan el camino para el resto, el camino de la lucha.

Por eso, desde el Sindicato de Estudiantes queremos mandar todo nuestro apoyo y solidaridad a esta huelga y a sus justas demandas, que también son las nuestras. Es la lucha por el presente de nuestras familias y por nuestro futuro.

En las tres jornadas de huelga que llevan realizadas hasta el momento, los días 15, 20 y 22 de junio, hemos visto tres cosas. La primera, que los trabajadores reivindican cosas tan básicas como subidas salariales conforme a la subida real de precios, que los puestos de trabajo se mantengan cuando se produzcan cambios de empresa (lo que se conoce como el derecho a subrogación y que, por cierto, han conseguido arrancar todos los convenios del metal de Galicia, salvo el de Pontevedra) y una reducción de la jornada en 24 horas al año.

La segunda, que la patronal pretende lo contrario, introducir aún más precariedad a través de ETT, eliminar derechos ya conquistados y unas subidas salariales miserables que en la práctica, y con la subida de precios de los productos básicos, significan pérdida de poder adquisitivo para decenas de miles de familias. Y la tercera, que el Gobierno que se dice más progresista de la historia se ha situado del lado de la patronal, mandando a los antidisturbios contra las manifestaciones masivas y pacíficas de los trabajadores.

Desde el Sindicato de Estudantes exigimos la dimisión del delegado del Gobierno de Galiza y de la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, como máximos responsables políticos de la brutal intervención policial que el pasado jueves 22 dejó decenas de heridos. Con esta acción solo se busca criminalizar a aquellos que luchan por unas condiciones laborales dignas.

Pero la respuesta de los trabajadores del metal ha sido clara: no nos vais a amedrentar ni a silenciar. Quedan por delante nuevas jornadas de huelga, los próximos 28 de junio y 6 y 7 de julio. La solidaridad es brutal y el potencial para ampliar y extender la lucha es muy grande. Una forma de favorecer que todo ese apoyo se exprese en hechos sería la convocatoria de una gran manifestación en Vigo en horario de tarde o en fin de semana para favorecer la participación de toda la clase trabajadora y la juventud de la provincia.

Hay condiciones para extender la movilización, hay fuerza para lograr un convenio digno, nuestro futuro no se destruye a golpe de pelota de goma o toletazo. Vuestra lucha, que es la nuestra, es la de la dignidad obrera y por eso no hay represión que pueda con nuestra clase en las calles.

Vuestra lucha es nuestra lucha, obreros y estudiantes, ¡unidos y adelante!